viernes, 8 de mayo de 2015

NOS HAN ROBADO HASTA... EL JUEGO BONITO...



En los últimos días, en Europa y en América se jugaron semifinales de las copas más importantes a nivel continental, la Champions League y la Libertadores de América. Para quienes amamos el fútbol por encima del negocio, por encima del exitismo mediático y todas las demás “bondades” de este sistema salvaje, nos deleitamos viendo al Bayern Münich contra el Barcelona. No tanto así con el clásico de los clásicos, River-Boca.
El superclásico me provocó dolor de vista y de corazón. Y cuando digo que dolió el corazón, no hablo del resultado. Soy hincha de River y no voy a mentir, festejé el triunfo. Siempre es lindo ganarle a nuestro archi rival. Hablo del fútbol, del juego bonito, del tiki-tiki famoso. En el sur de América Latina, ganó River pero perdió el fútbol.
Allá lejos y hace tiempo (a veces no tan lejos) nuestro fútbol sudamericano combinaba la gambeta con la garra, el juego bonito con la camiseta transpirada, el firulete y el buen pie con la sangre en el ojo. Yo lo vi a Diego, al Burrito, al Enzo. Jugadores que se identificaban con un color y usaban durante muchos años una misma camiseta. Querían ganar, jugar bien y tenían hambre de gloria. No importaban tanto los millones que podían ganar como el reconocimiento del hincha, salir campeones y jugar un mundial con la selección.
Veíamos a los europeos fríos, robóticos y ordenados, no se les escapaba ni un caño. Probablemente esté exagerando. Lo cierto es que esa magia que todos queremos, estos países imperialistas, la conseguían (y la consiguen) de este lado del océano.
En una economía dependiente, de exportación primaria, nuestros mejores y más valiosos jugadores se venden, más temprano que tarde, como materia prima de primera calidad. Y son al mismo tiempo fuerza de trabajo y mercancía. En un planeta donde abundan la pobreza, el hambre y la miseria, se pagan millones y millones y más millones por estos hombres de pantalones cortos.
El partido disputado entre el Bayern Münich y el Barcelona entra, perfectamente, en los cánones de obra de arte en movimiento (o performatica). Pero resulta que el buen pie y los goles con los que el Barza le ganó a los alemanes llegaron desde América, de Argentina y Brasil, Messi y Neymar. Inmigrantes. De los pocos bienvenidos para la vieja Europa.
La que expulsa a los inmigrantes y los mira con desprecio hasta provocar la muerte de miles, acepta ,categóricamente, que en sus campos de juego abunden negros y sudakas. Los que les generan altísimas ganancias a los empresarios, claro está. El resto es descarte, la resaca del sistema.
En la América del fútbol pasional, del fútbol tango, del fútbol zamba, del fútbol ardiente, ya ni los brasileños juegan bonito. Es que nuestra belleza futbolística se la llevan siempre. Y la devuelven en el ocaso, en el final de la carrera.

Los contrastes son grandes y se sienten. En este rincón del mundo cada vez se juega más como semicolonia dependiente. Y cada día más, quienes deberían ser protagonistas, jugadores e hinchas de los sectores populares, quedan en un segundo plano, por detrás de los grandes negociados.



PD: JUEGO BONITO O BARBARIE

jueves, 2 de octubre de 2014

DEL SUICIDIO y otros demonios...

La semana pasada, con solo unas horas de diferencia, Bahía Blanca fue testigo de una triste noticia: el suicidio de dos jóvenes, una chica de 23 años que trabajaba en un local de ropa y un chico de 24 años, estudiante de Letras y músico.

La percepción de la muerte suele ser inexplicable y dolorosa, sobre todo la muerte joven e inesperada. Y es lógico, nos resulta casi imposible pretender integrar la vida a la muerte y actuar racionalmente frente a algo que no lo es. Simone de Beauvoir decía en "Una muerte muy dulce", que no existe muerte natural: nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia cuestiona al mundo. Todos los hombres son mortales: pero para todos los hombres la muerte es un accidente y, aun si la conoce y la acepta, es una violencia indebida. Menos natural y más violenta e indebida es la muerte cuando puede evitarse. 

Las muertes evitables no son ni accidentales ni naturales, son crímenes sociales. Los ejemplos abundan: desde las muertes producidas por negligencia estatal, la falta de presupuesto, los negociados con empresarios nacionales o empresas multinacionales (lo ocurrido en Cromagnon,  las inundaciones como en  La Plata,  la "tragedia de Once", entre muchas otras) o las muertes producidas por la desidia patronal  (como la de Juan Cruz Manfredini y tantísimas/os trabajadoras/os que dejan sus vidas en las fábricas), las que se dan por gatillo fácil, violencia machista o abortos clandestinos. Todas estas muertes, además de su evitabilidad, tienen un denominador común: el sistema capitalista, sus Estados y sus gobiernos de turno.

Según, la Organización Mundial de la Salud,  el suicidio es la segunda causa de muerte en el mundo en los jóvenes entre 15 y 29 años. La tasa mundial de suicidios, ajustada por edad, fue de 11,4 por cada 100.000 habitantes; dicho de otra manera: los suicidios fueron la causa número 15 de muerte en todo el mundo y supusieron el 1,4% del total de defunciones. Cada 40 segundos una persona se suicida en el mundo. (La izquierda diario    http://www.20minutos.es/noticia/2229928/0/suicidios/datos-oms-2012/jovenes/ 

Bahía Blanca después de Mar del Plata, es la ciudad que tiene mayor índice de suicidios. En adolescentes y jóvenes es la segunda causa de muerte y se ubica después de los accidentes de tránsito. Arriba de 40 casos por año (por ejemplo, sólo entre Enero y Febrero del año pasado se habían registrado 19 jóvenes suicidios, Diario Crónica Bahía Blanca), hasta los funcionarios públicos parecen mostrar  preocupación por esta situación y desde el Concejo Deliberante buscan formar una mesa de trabajo para abordar la problemática y obtener estadísticas oficiales.


Si el suicidio es la segunda causa de muerte joven, ya no podemos considerarlo como un acto individual y sólo atribuirlo a causas personales, psicológicas y/o psiquiátricas. Emile Durkheim, allá por el año 1897 en su obra, El suicidio, planteaba que el suicidio debe depender necesariamente de causas sociales y constituir por esto un fenómeno colectivo. En un mundo donde los avances tecnológicos han superado cualquier expectativa, las contradicciones de un sistema basado en la desigualdad, en la opresión y en la explotación del hombre por el hombre profundizan la miseria en su más alto nivel. Mientras solo una minoría es dueña de todas las riquezas del mundo y gozan de una vida llena de privilegios, a la mayor parte de la población mundial se nos niega el derecho a vivir plenamente. A contar con las necesidades básicas cubiertas: salud, educación, vivienda... A disfrutar de lo mejor que el mundo nos ofrecería si estuviera en nuestras manos.   Hasta se nos imponen unas formas de relaciones sociales superficiales, desiguales, opresivas y muy poco fraternales.

Una trabajadora joven, superexplotada, precarizada, sufriendo la doble opresión que nos afecta a las mujeres. Un estudiante y músico joven, sensibilizado con esta realidad que nos golpea a diario... Con este sistema y en una ciudad con altísimos niveles de violencia hacia las mujeres, segunda en el ranking de la desocupación, donde la Iglesia junto con el diario más fascista de la República Argentina (La Nueva Provincia) tienen un peso enorme  ¿cabe la posibilidad de ser libres? ¿Podemos vivir  sin presiones ni represiones? ¿decidimos, realmente, sobre nuestras vidas? ¿es posible elegir? En un porcentaje alto, creo que no. El capitalismo con todos sus avances tiene muy poco para ofrecer al pueblo  trabajador, a las mujeres y a los jóvenes.  En este contexto somos incapaces de elegir cómo vivir. Mucho menos cómo morir.

A esta altura me arriesgaría a decir que los suicidios son el  producto de todo esto, la falta de proyectos, de futuro, de sueños por cumplir, con estas condiciones así dadas. También me atrevería a considerarlos  una especie de crímenes sociales. Y entonces ¿qué soluciones o salidas encontramos? Las que proponen las instituciones del estado, a través de sus funcionarios, está claro que no. No podemos confiar en el mismo orden que provoca esta situación. Por otro lado, muchas veces se nos dificulta ver una salida distinta, vivimos en un sistema de alienación que no nos permite tomar conciencia de que lo que nos quieren hacer ver como natural no lo es y  nos adaptamos, dejamos que la vida nos pase por el costado (la propia y la de los demás), intentamos evadirnos de la manera que sea, muchos hasta las diversas enfermedades. Otras veces, alcanzamos un grado de alienación tan grande y tan insoportable que nos conduce a un drástico final.


Otros (cada vez somos más, sobre todo en épocas de crisis)  tenemos la posibilidad de ver otro camino y elegir otra salida, desde mi punto de vista, la única posible: organizarnos y  luchar para poner en pie un gobierno de lxs trabajadorxs que nos garantice las mejores condiciones de vida, a la vez, que nos permita la construcción de una sociedad nueva con relaciones sociales diferentes, no ya basadas en intereses productivos y/o reproductivos, sino fraternales y libres. Ese es nuestro mejor anticuerpo para seguir adelante con la perspectiva de  cambiarlo TODO.

viernes, 1 de agosto de 2014

MIKA, mi guerra de España: Algunas breves reflexiones

El fin de semana pasado, las compañeras de Pan y Rosas Córdoba, organizaron, dentro del ciclo "Mujeres  haciendo historia", la proyección del film:" Mika, mi guerra de España" de los directores Fito Pochat y Javier Olivera (con la particularidad de ser los sobrinonietos de Mika). Con la presencia de uno de sus directores, Fito y los editores del libro que la propia Mika Etchebéhére escribió en los años 70' vivimos dos noches muy enriquecedoras en distintos aspectos. Por esta razón quiero compartir mi opinión sobre el documental.

En primer lugar, es preciso remarcar que la historia de Mika (como las de otras grandes mujeres) haya sido silenciada por años y años, teniendo en cuenta el contexto neoliberal, posmoderno y de restauración capitalista, no es casual. Pero tampoco creo que sea casual que historias como estas comiencen a aparecer en el medio de una crisis internacional que vivimos desde el 2008 y donde muchas voces acalladas por años comienzan a gritar su tan necesaria rebeldía. He aquí la mayor importancia que encuentro en realizaciones como este documental, la difusión de ideas como las nuestras, que salgan del sótano y que se metan en los intercambios diarios, de la gente "común". Está en nosotros aprender a utilizar estas iniciativas como herramientas de discusión, de lucha de ideas. 

Una de las cuestiones más interesantes, desde mi punto de vista, es que la peli trasciende la vida de Mika, va más allá, nos muestra parte de la historia del siglo XX, focalizando en los ascensos revolucionarios, uno derrotado antes de la posible (nunca tan posible como en ese momento, según la visión de Mika) toma del poder, en la Alemania del 32' y otro, el de España, derrotado luego de una dura batalla dada por los revolucionarios y el pueblo. 

De este modo, el documental deja planteadas varias discusiones que los militantes revolucionarios debemos darnos e intentar llevar a todos los ámbitos de nuestra vida. No las profundiza, es cierto, pero las deja abiertas y eso es lo valioso: desde balancear y sacar las conclusiones y lecciones de aquellos procesos y experiencias revolucionarias, el porqué de las derrotas, las estrategias, las traiciones, el internacionalismo y las tareas preparatorias que asumimos para vencer. 

También nos abre discusiones, que la propia Mika tuvo que dar al interior de su organización, sobre cómo combatir y combatirnos el machismo, las actitudes burocráticas, autoritarias y qué tipo de relaciones queremos, por qué tipo de sociedad luchamos, cómo llevar a la práctica cotidiana el concepto de libertad e igualdad entre nuestros pares para que dejen de ser conceptos vacíos y abstractos. Al menos entre nosotros ya que sabemos que mientras este sistema se mantenga en pie la libertad y la igualdad seguirán siendo parte de nuestras reivindicaciones no resueltas. Vale aclarar que los marxistas revolucionarios no concebimos la lucha contra la opresión, la lucha de las mujeres ni por fuera de la lucha de clases ni por fuera de la lucha por la revolución socialista. Por eso para nosotros la lucha de las mujeres, la lucha contra el machismo y la opresión no es una táctica más sino parte de nuestra estrategia revolucionaria.

Otro aspecto significativo, según mi percepción, es que rompe con la visión negativa y pesimista que el sentido común tiene (o ha querido imponer) sobre que los revolucionarios somos anti todo y vamos contra todo, que no nos importa la muerte, que no valoramos la vida. Todo lo contrario, como se plantea en la peli, "amamos tanto la vida que decidimos pelear por ella para todos". Decía Mika en su libro: "la revolución nació con cantos, con alegría". Y Ya lo escribía Trotsky en su testamento, "la vida es hermosa, que las futuras generaciones la liberen de todo mal, opresión y violencia y la disfruten plenamente". Y así será siempre.

Lejos de tener una visión derrotista, Mika no la tenía, nos marca su historia una luz sobre el camino que muchos de nosotros decidimos transitar. Muchas veces duro, durísimo pero con la convicción de no frenar hasta la victoria (aunque no la veamos nosotros mismos). 
Por eso quiero finalizar mi post citando a otra gran mujer revolucionaria del siglo XX, Rosa Luxemburgo, que luego de que la insurrección alemana de 1919 fuera brutalmente aplastada y a horas de ser asesinada junto a Liebneck, escribía en "El orden reina en Berlín", lo siguiente: 

La revolución no tiene tiempo que perder, la revolución sigue avanzando hacia sus grandes metas aún por encima de las tumbas abiertas, por encima de las "victorias" y de las "derrotas". La primera tarea de los combatientes por el socialismo internacional es seguir con lucidez sus líneas de fuerza, sus caminos.
(...)
¡Pero la revolución es la única forma de "guerra" -también es ésta una ley muy peculiar de ella- en la que la victoria final solo puede ser preparada a través de una serie de "derrotas"!
(...)
Las revoluciones no nos han aportado hasta ahora sino graves derrotas, pero esas derrotas inevitables han ido acumulando una tras otra la necesaria garantía de que alcanzaremos la victoria final en el futuro.

¡Para eso nos preparamos! 
Un documental y una lectura de "Mika, mi guerra de España" muy recomendables.




miércoles, 9 de julio de 2014

Argentina-Holanda, entre disfrutes y contradicciones

Soy amante del fútbol. Cuando era chica solía ser muy fanática, tanto que puteaba, jugaba apuestas con mis amigos y lloraba de rabia ante un resultado adverso o de emoción por la obtención de un campeonato o una actuación heroica.
Empecé a mirar fútbol desde muy chica, 6 o 7 años. Hablaba con mi viejo sobre el tema porque a él le copaba que a mí me gustara tanto ese deporte. Pero para no tener que ser educada por ningún macho futbolero (sacando a mi viejo, que no era machista ni mucho menos), me compraba revistas y miraba partidos para descubrir por mi cuenta todo lo relacionado a este deporte: el reglamento, las tácticas y estrategias, el offside, si los foules eran para amarilla o roja, si el arquero debía salir o quedarse, el palo del arquero, el área chica y el área grande, las posiciones de cada jugador, aquellas que me contaba mi viejo de años A: arquero, back izquierdo y derecho, half izquierdo y derecho (en el barrio se decía "jas"), centrohalf, centrofoward, wing izquierdo y derecho, ala o inside izquierdo y derecho. Y las nuevas, con líbero y stoppers incluídos. También leía y leo aún hoy anécdotas del mundo futbolero y me interesa su historia dentro del contexto histórico general. Muchos varones no creían que podía saber de fútbol, deporte vedado a las mujeres, salvo que fueras lesbiana y “marimacho”. Bueno, rompí varios prejuicios. Hablaba de fútbol sin trabas ni tabúes, participé (como comentarista) en programas de tevé y radio y fui partícipe del primer partido de fútbol femenino transmitido en vivo por radio, en Bahía Blanca.. Voy a la cancha siempre que puedo (hace algunos años no faltaba ni un solo domingo). Jugué al fútbol (o al menos lo intentaba), fui secretaria del fútbol femenino en la Liga del Sur de Bahía Blanca, éramos cientos de mujeres viviendo un sueño prohibido por años. Y hasta dirigí un equipo de varones en los juegos bonaerenses, ante las miradas de asombro de veedores, árbitros y técnicos de los otros equipos. Estoy hablando de una época donde esto no era común en una ciudad tan conservadora como Bahía.
Como hincha he vivido varias situaciones de tristezas y alegrías. En cuanto a la selección argentina y los mundiales, lo de México 86' fue grandioso (lo festejé con mis pequeños 8 años), el 10 brilló como nunca nadie lo hizo. Recuerdo muchos momentos de ese mundial pero el mejor gol de todos los tiempos es una imagen que no se borra jamás, del “barrilete cósmico” y del relato de Victor Hugo, inigualable... Pero lo del 90' fue heroico, a pesar de Bilardo y lo mal que jugaba Argentina, Maradona jugó lesionado e infiltrado prácticamente todo el mundial, su tobillo era equivalente a cuatro tobillos juntos y fue decisivo de todas maneras... y llegamos a la final gracias a él y su pasegol al Cani para el agónico gol que eliminó a Brasil y después las atajadas del Goyco (que entró en el segundo partido de la zona por una lesión de Pumpido)...

La última vez que lloré por un partido de Argentina fue en el 94' cuando le "cortaron las piernas" al Diego y quebraron nuestra ilusión de fanáticos futboleros. Jugarreta de poder del gran fondo monetario que es la FIFA, con la mano del mafioso de Grondona. Tenía 16 años, amaba a Maradona (su fútbol y su fibra dentro de la cancha) nunca, nunca vi algo igual... lloraba con el diego, “te lo juro por Dalma y Gianina” y por haber quedado afuera, sobre todo después de ver una deslucida (y definida por penales) final entre Italia y Brasil.
Lloré por River, muchas veces de chica (la última impensada, cuando descendió) y por mi amado Villa Mitre he llorado, lloro y lloraré con el alma. Debo aclarar que ya no soy la fanática juvenil enceguecida. Cuando vas creciendo, vas estableciendo prioridades. Igualmente sigo siendo una gran admiradora del juego con algunos destellos fugaces de aquella que fui...


Que el fútbol está mercantilizado, vaya novedad. El capitalismo coopta y subsume cualquier actividad popular para lograr sus objetivos. Todo lo convierte en mercancía, en explotación y opresión. Con ellas intenta tapar todas las atrocidades que se van cometiendo y nos va negando la posibilidad de disfrutar de aquellas cosas que nos gustan.
Cuando el mundo pertenezca a los que realmente lo ponemos en pie, es decir, cuando pertenezca a los trabajadores y al pueblo pobre, vamos a poder gozar de las bellezas de esta vida que nos están vedadas por este sistema y sus gobiernos. Fútbol incluido, sin distinción de géneros y habilidades.

En este sentido, los mundiales generan muchas cosas, muchas reflexiones, bienvenidas sean. Muchas otras cosas como la homofobia, el machismo o la xenofobia que hay que combatir con fuerza aunque nos tilden de raros (por decirlo de una manera suave). Y muchos sienten contradicciones al querer que gane un equipo u otro de acuerdo a su historia o su gobierno.. 

A mí ya no me genera más contradicciones ni culposas ni de ningún tipo. Quiero que gane River a pesar de sus dirigentes, la mayoría de los hinchas no tenemos nada que ver con esa lacra que nos dirige o con algunos hinchas de otra clase.. Quiero que mi Tricolor querido gane siempre como sea, a pesar de sus dirigentes, Villa Mitre es sinónimo de pueblo, de barrio obrero. Y quiero que gane Argentina a pesar de su gobierno actual y los precedentes. La mayoría de los argentinos pertenecemos al pueblo trabajador y pobre.


Esta tarde, juegan los 11 de celeste y blanco contra los 11 de naranja, punto. Que gane el que haga más goles o el que mejor esté a la hora de los penales, que gane el que mejor se plante, punto. ¿Quién quiero que gane? El equipo de Messi, Di María, Mascherano y compañía (pido un favor: no metamos al papa Francisco en esto, él es parte actuante y responsable de este sistema de opresiones y explotación, ni mucho menos a la patria). Disfrutemos del juego, sobre todo.

Mientras tanto: no me olvido ni del ajuste, ni de la persecución, ni de la represión de este gobierno. No me olvido de la condena a petroleros, los despidos y suspensiones, la represión en Lear. Las mujeres muertas por abortos clandestinos o femicidios, los pibes víctimas del gatillo fácil, de Luciano Arruga, de Julio López , Carlos Fuentealba y Mariano Ferreyra. Claro que no me olvido, junto a mis compañerxs de militancia nos levantamos cada día pensando en eso y luchamos para liberarnos de este sistema perverso. Pero el pueblo trabajador y pobre, también tiene derecho a disfrutar de un juego, a festejar un triunfo. Entonces, disfrutemos del partido, festejemos el triunfo si se da, sin culpas... La lucha continúa siempre... ¿Qué contradicciones podemos encontrar en eso...?

lunes, 17 de marzo de 2014

Día histórico para la Bahía luchadora: Una cuota de justicia para Henrich y Loyola

La Nueva Provincia, un diario manchado de sangre obrera


Como escribí hace unos años en otro artículo, a principios de julio de 1976, un grupo de tareas se instaló en la casa de Miguel Ángel Loyola y lo esperaron hasta las cuatro de la mañana, cuando llegó luego de terminada su jornada en la rotativa. A las personas que se encontraban allí (familiares y allegados), incluida su esposa embarazada, los secuestradores les inyectaron somníferos para adormecerlos y no ser reconocidos. Este método no solo era frecuente en los vuelos de la muerte sino también en La Escuelita bahiense que lo utilizaba para trasladar a sus víctimas. Luego fueron a  buscar a Enrique Heinrich, que también había llegado recién del diario. Vivía con su esposa y cinco hijos. Rompieron la puerta, entraron en la habitación. Heinrich pidió que se identificaran. “Somos de la Federal”, dijeron, y lo encañonaron. Heinrich pidió que no le pegaran delante de sus hijos. Le ordenaron vestirse y se lo llevaron. 
Días después, Enrique y Miguel Ángel fueron hallados en un paraje llamado la Cueva de los Leones, cerca de la ruta que une Bahía Blanca y Torquinst. Sus cuerpos no sólo contaban con más de 50 balazos sino que tenían signos de tortura.  Ningún directivo ni periodista de La Nueva Provincia (LNP) fue al velorio ni se solidarizó con las familias. El mismo día un miembro del sindicato de prensa recibió un llamado. “Ya hicimos cagar a dos rojos –le advirtieron. El próximo sos vos.”
Heinrich era maquinista en la rotativa y secretario general del sindicato. Loyola, estereotipista y tesorero. Desde jóvenes comenzaron a andar juntos el camino de la lucha cuando a fines del 71´ como delegados del taller reafiliaron a varios de sus compañeros que habían sido  expulsados cinco años antes. Aquellos tiempos no eran fáciles, el 25 de mayo de 1973, cuando asume el gobierno Cámpora, Diana Massot, nieta del fundador y directora de LNP dejó en claro que en su empresa el régimen castrense continuaba.
Hubo distintos momentos en la conflictividad entre los obreros gráficos y LNP, entre diciembre de 1973 y 1975. La política del Pacto Social comenzaba a quebrarse y  había a lo largo de todo el país huelgas y protestas obreras. En la LNP los gráficos demandaban en primer lugar un aumento salarial que la empresa les negaba una y otra vez argumentando no estar dispuesta a romper el Acta de Compromiso Nacional y más tarde lo que pedían era que la empresa cumpliera el convenio colectivo de trabajo.
La empresa se amparaba incondicionalmente en el cumplimiento del Pacto Social peronista, ante las demandas exigidas por los gráficos. Evidentemente el gobierno de Perón y su Pacto Social resultaba más funcional a los intereses del empresariado que de los trabajadores, por ello LNP, de marcada ideología fascista y antiperonista apelaba a la política oficial y al discurso peronista para rechazar el aumento salarial.
Los obreros aplicaban sus armas de lucha: la utilización del conocimiento técnico de su propio oficio. Muy comunes eran los “quites de colaboración”, así lo recuerda Manuel Molina, obrero gráfico de LNP y delegado durante algunos meses en aquel momento:
“quite de colaboración y trabajo a reglamento es lo mismo(…) quiere decir que yo trabajo haciendo lo que me corresponde en forma pausada y sin hacer cosas que no me corresponden, haciendo la tarea específica nuestra, en sí, viendo en que podíamos perjudicar al diario. La misión nuestra era atrasar la emisión como llamado de atención para conseguir los logros que buscábamos. Nosotros podíamos atrasar la edición porque hacíamos un quite de colaboración bien marcado por secciones”.
Se trataba de perjudicar a la empresa no sólo en su prestigio frente a los lectores sino herirla en lo que más le dolía, su bolsillo.
Otra práctica común eran los sabotajes dentro de la sección de máquina y estereotipia, a partir de realizar “ausentismos estratégicos” en esas áreas de suma importancia para la culminación del diario.
Es así como también la empresa daba sus respuestas que se fueron tornando cada vez más duras hasta llegar a realizar un prolongado lock-out patronal. La lucha de los trabajadores se vio debilitada por el accionar de la empresa, que fomentaba  enfrentamientos entre los mismos trabajadores y sus representantes sindicales y en un contexto nacional donde la persecución, la represión y el terror  impulsados desde el Estado y sus organizaciones paraestatales -como la Triple A-, eran moneda corriente y anticipaban lo que en poco tiempo se convertiría en un plan sistemático de exterminio de la vanguardia obrera.
El mismo Molina recuerda los enfrentamientos con aquellos compañeros que “servían” a la empresa:
“Estos viejos, más de una vez había que llamarlos y decirles:- muchachos! No le vamos a pegar porque eran personas grandes, pero… muchachos déjense de joder! Nosotros estamos peleando por nosotros pero también por ustedes- Pero la gente estaba tan… yo calculo que algunos mira… si a alguno les decían que y tenían que laburar gratis… era tanta la devoción! la admiración, la entrega, la sumisión!! No sé…que calificativo decirte, por el diario que… Porque antes, decir que trabajabas en LNP era como decir que trabajabas, en no sé… te daba estatus! es decir…era… la puta! Trabajar en LNP te daba garantía! (…) y mierda! ¿Cómo le haces entender a un tipo de 70 años, 75 años de que ahí adentro este…? y aparte lo que vos vas leyendo en el diario, aunque no lo creas se te va haciendo sangre! es lógico! (…) estás todo el día leyendo mierda!! y te va salpicando! y es lo que le pasa a Bahía Blanca(…) Bahía Blanca está envenenada de LNP!”
Por otra parte, LNP, prestaba sus instalaciones para que agentes de los servicios hicieran su trabajo de vigilancia sobre los trabajadores. Estos lograron obtener los datos de todos los trabajadores que osaban denunciar al personal leal a la empresa. La inteligencia marcaba a los gráficos y apuntaba sobre todo a los obreros sindicalizados y más combativos. Los informes eran sumamente detallados.
Los quites de colaboración, a fines de 1973, por aumentos salariales retrasaron la salida del periódico, que se publicó con menos páginas que las habituales. El 1º de enero de 1974 hubo un acatamiento masivo a un paro de los gráficos que provocó un ataque de ira de la patrona, que envió 40 telegramas de despido compulsivo y sin indemnización. Sin embargo, no pudo sostenerlo debido a que, tras la intervención del Ministerio de Trabajo, tuvo que reintegrarlos.
Para mediados 1975 se produjo un paro por tiempo indeterminado. Los gráficos exigían la aplicación de un franco cada cuatro días, como establecía el convenio de trabajo. Esta medida, que tuvo una alta adhesión, provocó la no aparición del diario durante tres semanas. La empresa debió acceder al reclamo pero por esos días Molina fue baleado al llegar a su casa desde un Ami 8 gris que usaba el personal de seguridad del diario.
Cuando reapareció (LNP), la directora denunció la “labor disociadora de algunos delegados obreros cuyos fueros parecieran hacerles creer, temerariamente, que constituyen en verdad una nueva raza invulnerable de por vida” (LNP 1-9-75). Sugirió que pretendían intervenir el diario “a efectos de cooperativizarlo o crear alguna otra forma de autogestión sovietizante”, insistió con que “la infiltración más radicalizada ha hecho presa del movimiento obrero argentino” y anunció que “esta empresa también conoce el ‘soviet’ que aún usufructúa y aprovecha dentro de nuestra propia casa el desorden generado por un estado en descomposición”. Semejante acusación en 1975, en boca de un diario militarizado, desbordante de obsecuentes y de lectura obligatoria en el Cuerpo V y en la base naval de Puerto Belgrano, era una virtual condena a muerte.(2)

Luego de esta declaración de "principios", la directora condicionó el ingreso de los obreros a sus puestos de trabajo instándolos a firmar un “acta de conformidad”, por la cual se comprometían a colaborar con la empresa y, en caso de incumplimiento, aceptaban el despido sin indemnización. Hubo 30 gráficos que se negaron a firmarla y fueron suspendidos por 5 días. Mientras Heinrich y el secretario de actas Luis Martínez denunciaron ante el Ministerio de Trabajo “una nueva maniobra empresaria de evidente lock-out”, el Sindicato de Prensa local, con las firmas de su secretario general Carlos Armero Sixto y del de la obra social Luis Andueza, denunciaron que “la obcecada, reaccionaria y antisocial política” del diario “condena al hambre y a la desesperación a 150 familias”.(3)
El golpe de estado del 24 de marzo de 1976 significó una brutal derrota para los gráficos  de LNP. Esto fue así a lo largo de todo el país, en diversas empresas y fábricas, donde la necesidad de la eliminación de los delegados de base y comisiones internas se tornó esencial para implementar un modelo económico de enriquecimiento de unos pocos a costa del hambre de muchos, de mayor explotación y liquidación de conquistas de los trabajadores, de entrega, de destrucción de la industria nacional, de brutal endeudamiento externo, de cercenamiento absoluto de las libertades individuales y colectivas, de violación sistemática de todos los derechos (1). En el caso puntual de LNP, reforzó un poder ya consolidado tras el debilitamiento de los trabajadores a partir de su derrota en la lucha del ´75 , los numerosos despidos de gráficos en el ´76 y la herida y el miedo colectivo que significaron para los trabajadores los asesinatos de sus compañeros Enrique y Miguel Ángel.
La Bahía del silencio grita justicia por Henrich y Loyola
Mañana será un día histórico para el conjunto de la clase obrera y para los militantes por los derechos humanos en general y para los bahienses en particular.
Este 18 de marzo, la Bahía del silencio, tiene mucho para decir porque deberá presentarse ante la justicia, Vicente Massot, director de La Nueva Provincia, quien está acusado de integrar "junto con los mandos militares (Ejército y Armada) una asociación ilícita con el objetivo criminal de eliminar un grupo nacional", para lo cual habría contribuido desde el multimedio actuando "de acuerdo a las normativas y directivas castrenses y en cumplimiento de tales". En ese contexto, fue imputado como coautor del homicidio de Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola, "instigándolo, determinándolo, prestando aportes indispensables para su concreción material y encubriendo a sus autores inmediatos". También se le imputa haber efectuado "aportes esenciales", que "consistieron en el ocultamiento deliberado de la verdad", en los secuestros, torturas y homicidios de 35 personas. 
El director de LNP podría quedar detenido, lo que lo convertiría en el primer director de un medio de comunicación preso por delitos de lesa humanidad.
Los fiscales Nebbia y Palazzani sostuvieron que "el diario, la radio (LU2) y el canal (9) de TV –que conforman el grupo mediático- junto con las FFAA" cumplieron en la asociación ilícita "roles prefijados por reglamentaciones y planes militares, desde la 'interminable' serie de editoriales, presentación de falsas noticias, propaganda negra, manipulación mediática y todas las acciones psicológicas posibles puestas al servicio del exterminio."
Según los representantes del Ministerio Público, estas acciones fueron desplegadas principalmente desde el diario La Nueva Provincia, al cual definieron como "la nave insignia" del grupo. 

Hoy, 38 años después del golpe, estamos frente a una situación donde, como ya lo advirtió la presidenta Cristina Fernández hace unos días, durante su discurso de apertura de las sesiones legislativas, el gobierno nacional no dudó en definir como su principal enemigo a las trabajadoras y trabajadores, condenando la protesta social. En este sentido volvió a atacar a los docentes, responsabilizándonos del no inicio de las clases, de que somos vagos y amenazando con imponer una medida menemista como es el presentismo, con el objetivo de cercenar el derecho a huelga. Cristina prepara el terreno para descargar el ajuste sobre los trabajadores mientras destina millones para Repsol.  Estamos en una situación en donde se profundiza el ajuste al pueblo trabajador y con él todas las medidas de persecución, despidos y represión.
No casualmente defendió el fallo que condena a cadena perpetua a los petroleros de Las Heras en una causa armada y sin ninguna prueba. Contra la cual se han manifestado personalidades como Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Mirta Baravalle, Elia Espen de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, entre decenas de organismos de Derechos Humanos; también referentes de las cuatro centrales sindicales como Hugo Yasky, Hugo Moyano y Pablo Michelli, junto a decenas de diputados, legisladores, comisiones internas; referentes culturales y sociales como Osvaldo Bayer que envió una carta denunciando esta atrocidad, y comparó este caso con las injustas condenas a Sacco y Vanzetti y a los mártires de Chicago. Y como si esto fuera poco, Cristina amenazó con un proyecto de ley para impedir los cortes de ruta y la protesta social para aquellos que no nos disciplinemos.

Por eso quienes nos mantenemos independientes del sistema de cooptación del gobierno nacional, seguimos levantando las banderas de una generación que dio su vida por conquistar un mundo sin opresión, sin explotación, sin miseria. Porque sabemos que es con la movilización y la lucha popular donde obtuvimos reivindicaciones y conseguiremos las conquistas por las que luchamos. Porque la realización de los juicios contra los genocidas y que se haya imputado a Massot es un triunfo histórico del pueblo trabajador. Porque nosotros no olvidamos, no perdonamos y no nos reconciliamos.
¡No a la impunidad de ayer y de hoy!
¡Cárcel común y efectiva a todos los genocidas, responsables, colaboracionistas y cómplices de la dictadura!
30000 compañeros detenidos desaparecidos
Julio López
Mariano Ferreyra
Heinrich y Loyola
¡PRESENTES, HOY Y SIEMPRE!
¡DESPROCESAMIENTO DE LOS 7 MIL LUCHADORES POPULARES!
¡ABSOLUCIÓN INMEDIATA DE LOS TRABAJADORES PETROLEROS DE LAS HERAS!


¡MAÑANA A LAS 9 HS TODXS A CONCENTRAR EN  ALSINA Y LAMADRID!








(1) Documento del encuentro Memoria, verdad y justicia LVO Nº 367.
(3)  Idem 2




Bibliografía consultada y citada: 
Documento del encuentro Memoria, verdad y justicia LVO Nº 367
Zapata, Ana Belén. “Prácticas de lucha y experiencia obrera en los gráficos del diario La Nueva Provincia(1973-1976)”
Werner, Ruth y Facundo Aguirre.  Insurgencia obrera en la Argentina 1969-1976, Ed. IPS, Buenos Aires, 2007

viernes, 31 de enero de 2014

Ni nunca más ni nunca menos: ni ausente ni perdido: DESAPARECIDO

A cinco años de la desaparición forzada de Luciano Arruga

Luciano Arruga fue visto por última vez el 31 de enero de 2009. Habría sido detenido en las primeras horas de ese 31, su mamá comenzó a buscarlo desde las 5 de la mañana y durante todo ese día sus familiares concurrieron varias veces al Destacamento Policial de Lomas del Mirador donde les decían que no estaba ahí, que quizás "se había ido con una noviecita".
Este hecho no fue aislado, desde meses atrás, Luciano venía siendo víctima de amenazas, hostigamiento, detenciones arbitrarias y apremios por parte de la Bonaerense. ¿Su crimen? Haberse negado a formar parte de un batallón de pibes humildes que sin salida deben robar para la fuerza, negarse a formar parte de esta mafia organizada que representa la policía bonaerense.
Luciano al momento de su secuestro y posterior desaparición tenía 16 años, los bolsillos vacíos, una gorra en la cabeza, humildad en la mirada y una sonrisa enormemente joven y repleta de sueños. Este sistema, su gobierno "nacional y popular", sus fuerzas represivas se lo arrebataron todo. Hasta hoy, cinco años después, Luciano no aparece...

El caso de este pibe de un barrio pobre no es único ni casual. Desde 1983, con la vuelta a la "democracia", hasta hoy abundan los métodos de disciplinamiento de la clase trabajadora y de la juventud. Viejos métodos se suman a los nuevos. Así, las persecuciones, represiones, torturas, secuestros, desapariciones forzadas, gatillo fácil, criminalización de la pobreza y de la protesta social, hostigamiento policial, apremios ilegales, causas penales armadas, fallos judiciales y sentencias bochornosos  son moneda corriente en cualquiera de los gobiernos que se han sucedido desde la década del 80' hasta ahora. Porque llámese como se llame el gobierno de turno, para los burgueses no hay nada peor que pertenecer al pueblo pobre y trabajador, nada peor que ser joven, combativo o revolucionario. 

El Estado nunca aportó nada a esta causa, nunca movió un dedo para encarcelar a estos asesinos, nunca nombró a Luciano ni a ningún chico asesinado. Cómplice absoluto de su impunidad porque uno de sus pilares de gobernabilidad son esas mismas fuerzas represivas, intactas desde la dictadura. 



De los jóvenes ni-ni al gobierno ni-ni

En esta Argentina "democrática" han habido más de 3 mil casos de gatillo fácil, más de la mitad durante el gobierno de los Kirchner, sin contar las desapariciones de todas las mujeres en manos de las redes de trata y la desaparición de Julio López más los asesinatos de lxs compañeros Darío y Maxi, Teresa Rodríguez, Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra entre muchos otros.

Mientras en la agenda del gobierno y de la oposición burguesa la prioridad es la "seguridad" de los empresarios en todas sus formas, nuestros jóvenes están en peligro. La verdadera inseguridad la sufrimos a diario lxs trabajadorxs y lxs jóvenes. Del sector  entre los 15 y los 24 años, más del 18% está desocupado, el 35% vive por debajo de la línea de pobreza y el 10 % directamente es indigente. Uno de cada cuatro jóvenes no estudia ni trabaja. Uno de cada tres chicxs pobres no consigue trabajo. El 60% de los que trabajan están precarizados o en negro. 
En medio de la devaluación, la inflación y el ajuste, Cristina Fernández apuesta a un subsidio miserable de tan solo 600 pesos para los jóvenes ni-ni pero no solo no  invierte ni un solo peso sino que no garantiza de ninguna manera el mejoramiento de la calidad de vida de esos jóvenes que son los que sufren la precarización laboral y educativa, la desocupación y la imposibilidad de estudiar. 
Los chicxs pobres son estigmatizados como "pibes chorros", los condenan los medios de comunicación, los discriminan los sectores acomodados de la sociedad, el gobierno militariza los barrios marginales, la justicia los criminaliza, el aparato represivo los persigue y los mata.
El gobierno K se va transformando cada vez más en un gobierno ni-ni: sus banderas discursivas de los DDHH" se van desmoronando y pierden día tras día su credibilidad ante las prácticas inminentes: ni nunca más ni nunca menos.
Con la designación de Milani, la mano dura, el proyecto X, la ley antiterrorista, el aparato represivo intacto, la militarización de los barrios es evidente que no pueden decir nunca más.
Sin Luciano, sin López, sin Solano, sin las mujeres víctimas de la trata ni todos los asesinados, perseguidos, reprimidos, desaparecidos, no hay nunca más. 
Con las medidas neoliberales de devaluación, inflación, salarios que no cubren la canasta básica, la entrega de nuestros recursos naturales, las leyes de precarización intactas, medidas antiobreras como las de las ART  tampoco pueden gritar nunca menos.

El caso de Luciano pudo ser conocido por miles en nuestro país gracias a la incansable lucha de sus familiares y esa misma lucha obligó a que se diera una respuesta política. 
No podemos confiar en el Estado burgués con su gobierno, su justicia y sus fuerzas represivas que son los que mantienen esta situación. Nuestra salida solo la podemos encontrar en la lucha, la movilización y la organización independiente del Estado.  

Luciano y cada pibe víctima de gatillo fácil: no vamos a parar hasta ver presos a sus asesinos materiales y políticos. No vamos a parar hasta conquistar la vida que nos merecemos, hasta "tomar el cielo por asalto".
Luciano y todxs lxs pibes víctimas de gatillo fácil ¡PRESENTES SIEMPRE!



domingo, 28 de julio de 2013

Evita, del mito popular del feminismo y la lucha de clases. Primeros apuntes

A propósito de un nuevo aniversario de la muerte de Eva Perón, el pasado 26 de julio, acabo de leer en un afiche lo siguiente: Ella vive, ni un paso atrás. Lo que me impulsó a escribir estas líneas que no tienen más que el objetivo de poner a discutir algunas cuestiones que andan dando vuelta desde hace largo tiempo. Que "ella" vive no me caben dudas,  las controversias que ha generado y aún hoy genera la figura de Evita son bien conocidas por todxs, considero un buen momento, este, para abrir o profundizar esas discusiones.

Eva Perón ha sido desde sus orígenes inspiradora de intensos sentimientos, pasiones y contradicciones. Entre amores y odios, con argumentos sólidos, unas veces y otras, infundados, la "abanderada de los humildes" o la "jefa espiritual de la nación", como la llamaban entonces y como todavía la llaman, se ha convertido hoy más que nunca en la prócer o heroína, rozando el fetichismo, no solo para lxs viejxs y nuevxs peronistas sino para todo un sector de feministas (¿distraídas?), de sectores patronales, de la centroizquierda e, incluso, de la izquierda “independiente”. Mito popular del propio peronismo, a la que han hecho decir y hacer cosas acordes a los intereses de cada grupo en cuestión aún después de muerta, lo que para ser sincera me hace mucho más que ruido.

Que lxs peronistas asuman a Eva como su prócer máxima es entendible y lógico, incluso, fue (y es) una persona muy sentida para amplios sectores del movimiento obrero y del pueblo pobre, que a pesar de más de medio siglo de ausencia física todavía recuerdan y toman como punto de partida (y muchas veces de llegada) su origen plebeyo, su empatía con lxs trabajadorxs y las concesiones y asistencialismo a través de la Fundación Eva Perón. Sin embargo para quienes se reivindican feministas por un lado y de izquierda por otro… es, digámoslo, sin ánimo de ofender a nadie… por lo menos, absurdo.

Que Evita fue la mujer más importante en la historia política argentina, es difícil negarlo. Pero qué esconde ese "ni un paso atrás" que versa en los afiches es lo que intento poner a discusión en este primer apunte sobre este tema. A modo de comienzo que apunta a ir desenmarañando las viejas concepciones sobre esta mujer, que sigue manteniéndose presente en la vida política argentina aún hoy a 61 años de su fallecimiento. Hay material extenso para analizar, por lo que mi intención, como dije al principio, es abrir el debate. 

Sobre el supuesto feminismo de Eva... o el fiel reflejo del orden patriarcal.

El hecho de ser mujer, de origen plebeyo, que haya llegado a la cúspide del poder estatal no la eleva automáticamente al grado de feminista. Ni siquiera algunos gestos como impulsar la ley de voto femenino. Digo gesto porque esa conquista fue más el producto de una larga lucha de las socialistas de fines del siglo XIX y principios del XX que de la propia Eva, incluso fue Juan Domingo Perón quien vio en el voto femenino, allá por el año 45', un aliado indiscutible para llevar adelante su proyecto político, como más tarde pudo comprobarse, al ganar su 2º mandato con el voto de las mujeres.

Pero quien mejor que la mismísima Eva para desmitificar su feminismo en cada uno de sus discursos y textos, como por ejemplo cuando dice, en algunos pasajes de su autobiografía "La Razón de mi vida", "... yo creo firmemente que, en verdad, existe una fuerza desconocida que prepara a los hombres y a las mujeres para el cumplimiento de la misión particular que cada uno debe realizar (...) Es que -lo reconozco -yo he dejado de existir en mí misma y es él quien vive en mi alma, dueño de todas mis palabras y de mis sentimientos, señor absoluto de mi corazón y de mi vida. ¿ Que por ser peronista no puedo encabezar el movimiento femenino de mi Patria? Esto si merece una explicación.
-¿ Cómo va usted -me decían- a dirigir un movimiento feminista si usted está fanáticamente enamorada de la causa de un hombre?
No, no lo es. Yo lo "sentía". Ahora lo sé. La verdad, lo lógico, lo razonable es que el feminismo no se aparte de la naturaleza misma de la mujer.
Y lo natural en la mujer es darse, entregarse por amor, que en esa entrega está su gloria, su salvación, su eternidad (...) De la misma manera que una mujer alcanza su eternidad y su gloria y se salva de la soledad y de la muerte dándose por amor a un hombre, yo pienso que tal vez ningún movimiento feminista alcanzará en el mundo gloria y eternidad si no se entrega a la causa de un hombre. Nos casamos porque nos quisimos y nos quisimos porque queríamos la misma cosa. De distinta manera los dos habíamos deseado hacer lo mismo: él sabiendo bien lo que quería hacer, yo, por sólo resentirlo; él, con la inteligencia; yo, con el corazón; él, preparado para la lucha; yo, dispuesta a todo sin saber nada; él culto y yo sencilla; él, enorme, y yo, pequeña; él, maestro, y yo, alumna. El, la figura y yo la sombra. ¡El, seguro de sí mismo, y yo, únicamente segura de él!"

Más claro... también encontramos párrafos de este tipo en su Historia del peronismo(1) donde afirma: "... La intuición no es para mí otra cosa que la inteligencia del corazón; por eso es también facultad y virtud de las mujeres, porque nosotras vivimos guiadas más bien por el corazón que por la inteligencia. Los hombres viven de acuerdo con lo que razonan; nosotras vivimos de acuerdo con lo que sentimos; el amor nos domina el corazón, y todo lo vemos en la vida con los ojos del amor."

Y como para terminar en el final de su discurso cuando se promulga la ley de voto femenino, en 1947, sostiene que "... Somos las mujeres, misioneras de paz. Los sacrificios y las luchas sólo han logrado, hasta ahora, multiplicar nuestra fe. Alcemos, todas juntas, esa fe, e iluminemos con ella el sendero de nuestro destino. Es un destino grande, apasionado y feliz. Tenemos para conquistarlo y merecerlo, tres bases insobornables, inconmovibles: una ilimitada confianza en Dios y en su infinita justicia; una Patria incomparable a quien amar con pasión y un líder que el destino moldeó para enfrentar victoriosamente los problemas de la época: el general Perón.
Con él y con el voto, contribuiremos a la perfección de la democracia argentina. Nada más."

Quien quiera oír que oiga, quien quiera ver que vea... 


Para los peronistas existe una sola clase de hombres: los que trabajan... ¿Y la lucha de clases? 

Si la Historia la escriben los que ganan quiere decir que hay otra Historia, cantaban en la Eva teatral. Bueno, es así que cabe destacar que Eva Duarte no fue precisamente una feminista sino por el contrario buscaba mantener y reproducir el orden patriarcal vigente, aliado fiel al sistema capitalista. Pero, además, llevaba adelante una especie de cruzada contra el comunismo y la lucha de clases, escondida en la famosa "tercera posición", que no es más que la conciliación de clases y la defensa del capital. Sin embargo, tampoco hay nadie mejor que Eva para explicar a qué intereses de clase pertenece el proyecto peronista. Sobre sus lecturas de la prensa de izquierda planteaba: Me repugnaba asimismo otra cosa: que la fórmula para la solución de la injusticia social fuese un sistema igual y común para todos los países y para todos los pueblos y yo no podía concebir que para destruir un mal tan grande fuese necesario atacar y aniquilar algo tan natural y tan grande también como es la Patria (...) La lectura de la prensa que ellos difundían me llevó, eso sí, a la conclusión de que la injusticia social de mi Patria sólo podría ser aniquilada por una revolución; pero me resultaba imposible aceptarla como una revolución internacional venida desde afuera y creada por hombres extraños a nuestra manera de ser y de pensar."

Y continúa, "El objeto fundamental del Justicialismo en relación con el movimiento obrero es hacer desaparecer la lucha de clases y sustituirla por la cooperación entre capital y trabajo.
El capitalismo, para darle todo al capital, explota a los trabajadores.
El comunismo, para solucionar el problema, ideó un sistema de lucha que no terminará sino cuando haya una sola clase social; pero a esto se llega por la destrucción, que es efecto de una lucha larga, y sin cuartel, entre capital y trabajo."

Conciliación de clases= capitalismo. Patriarcado= aliado indispensable para garantizar, reproducir y legitimar la explotación de millones de seres humanos, varones y mujeres en todo el planeta. Profundizándose en el caso de las mujeres que quedamos atadas por dobles cadenas: la explotación y opresión en el trabajo y en el hogar. Eva Perón lejos estuvo de combatir alguno. Ni feminista ni de izquierda, ni por la libertad e igualdad de las mujeres ni por la liberación del proletariado. A las cosas hay que llamarlas por su nombre: ni abanderada de los humildes ni jefa espiritual, Eva fue una digna representante de un nacionalismo burgués (y patriarcal) que fue y es el peronismo, por más discursos progres que intenten erigir.

Nosotras… ¡la izquierda!

Hablando de la conciliación de clases peronista y del falso feminismo de Eva, hoy, en plena campaña electoral y durante estos últimos días que hemos estado bombardeadxs por nuevos spots electorales, cabe una reflexión: además de ser bastante bizarros por cierto, encuentro un problema mayor que eso y es la falta de contenido político, la falta de propuestas, la ausencia de alternativas para lxs trabajadorxs.

Claro que quienes me conocen sabrán que mi opinión no es neutral ni mucho menos. Para lxs que no me conocen, aclaro: milito en el PTS (desde el 2011 en el FIT) y soy pre candidata a concejal por la ciudad de Bahía Blanca.

A las ausencias de las “propuestas” electorales tanto del sector K (el de la década ganada... para los empresarios y funcionarios) como de la oposición patronal, de la centroizquierda y de la” izquierda independiente” (¿?) se agrega una omisión: las demandas de las mujeres trabajadoras. Claro está que nuestros derechos no entran en la agenda de ningún partido, alianza o frente, salvo en la del Frente de Izquierda y de lxs trabajadorxs (FIT): Nosotras (junto a nuestros compañeros), somos las únicas que en nuestro programa del FIT plasmamos nuestras demandas. Pero, además, y eso es lo más importante y consecuente, somos las que nos organizamos y luchamos en las calles, en las fábricas, en las universidades, en los sindicatos por conquistar nuestros derechos. Como dice en el punto programático nº 20 del FIT, vamos por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Por anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir. Por los derechos de la mujer trabajadora. Por el desmantelamiento de las redes de trata. A igual trabajo, igual salario. Guarderías gratuitas en los lugares de trabajo y estudio. Por plena libertad para todas y todos de ejercer la elección de su sexualidad. Contra toda forma de opresión sexual. Abajo los edictos persecutorios y cualquier forma de opresión o discriminación contra gays, lesbianas, travestis, intersexuales y transexuales.


Quienes militamos en la izquierda revolucionaria sabemos que tanto  las elecciones como la democracia burguesas no son nuestro espacio propio, sin embargo utilizamos este espacio electoral, en principio y la posibilidad de obtener una banca obrera para denunciar y desenmascarar a los funcionarios que se enriquecen, a los empresarios que la juntan en pala, las represiones, persecuciones y asesinatos a lxs trabajadorxs y luchadorxs sociales, sin techo, inmigrantes y pueblos originarios. Denunciamos la trata de personas y la connivencia del estado, las fuerzas represivas y los proxenetas. Las muertes por abortos clandestinos y por la precarización labroral.

Como marxista revolucionaria, no me obnubilo con figuras patriarcales, conciliadoras y pro patronales ni apoyo esas opciones. Hoy más que nunca, reivindico a las "incendiarias" de la Comuna de París, a las mujeres rusas que iniciaron la más grande Revolución Proletaria del siglo XX, las milicianas de la Revolución española  y a todas aquellas mujeres que lucharon por la emancipación no solo de las mujeres sino de todas las clases oprimidas en donde el mayor porcentaje somos mujeres.
Así escribía León Trotsky en el Programa de transición "... la época de la declinación del capitalismo asesta a la mujer sus más duros golpes tanto en su condición de trabajadora como de ama de casa. (...) En ellas encontrarán fuentes inagotables de devoción, abnegación y espíritu de sacrificio ¡Abajo el burocratismo y el arribismo! ¡Paso a la juventud! ¡Paso a la mujer trabajadora!
Agrego las palabras de la comunera Louise Michel(2): “Cuidado con las mujeres cuando se sienten asqueadas de todo lo que las rodea y se sublevan contra el viejo mundo. Ese día nacerá el nuevo mundo.”


(1) Este texto editado sobre las nueve clases de Historia del Peronismo dictadas por Eva Perón en 1951 en la Escuela Superior Peronista.
(2) Luchadora francesa que defendió la causa de la Comuna de París en sus firmes discursos y en el frente de batalla, en las barricadas con las armas.